Nicolás K. Roerich
- ¡Lama, háblame de Shambhala!
- «Pero vosotros, los occidentales, no sabéis nada de
Shambhala, no deseáis saber nada. Probablemente preguntáis sólo por curiosidad;
y pronunciáis esta palabra sagrada en vano».
- Lama, no pregunto acerca de Shambhala sin un objetivo.
En todas partes, las personas conocen este gran símbolo bajo
nombres diferentes. Nuestros científicos buscan el menor indicio de este
notable reino. Csoma de Koros sabía algo sobre Shambhala cuando realizó
su prolongada visita a los monasterios budistas. Grunwedel tradujo el
libro del famoso Tashi Lama, Pal-den ye-she, referido a
La Ruta a Shambhala. Sentimos que se oculta una Gran Verdad bajo
símbolos secretos. Verdaderamente, el ardiente científico desea saber todo
acerca de la Kalachakra.
- «¿Cómo puede ser ello, cuando algunos de
vuestros occidentales profanan nuestros templos? Fuman dentro de
nuestros sagrados santuarios; no comprenden ni desean venerar nuestra fe
y nuestras Enseñanzas. Se mofan y se burlan de los símbolos
cuyo significado no penetran. Si nosotros visitáramos vuestros templos,
nuestra conducta sería completamente diferente, porque vuestro gran
Bodhisattva, Issa, es en verdad eminente. Y ninguno de nosotros difamaría
las Enseñanzas de misericordia y justicia».
- Lama, sólo los muy ignorantes y estúpidos ridiculizarían
vuestras Enseñanzas. Todas las Enseñanzas de justicia están como en un sitio
sagrado. Y nadie que esté en su sano juicio violará los lugares sagrados. Lama,
¿por qué crees que la Enseñanza esencial del Santo es desconocida en
Occidente? ¿Por qué crees que en Occidente no sabemos nada sobre Shambhala?
Lama, sobre mi mismísima mesa puedes ver la
Kalachakra, la Enseñanza que trajo el Gran Athisa de la India. Sé que si un espíritu
elevado, ya preparado, oye una voz que exclama Kalagiya
es el llamado a Shambhala. Sabemos que Tashi Lama visitó Shambahala.
Conocemos el libro del Sumo Sacerdote, T'aishan:
El sendero rojo hacia Shambhala. Hasta conocemos la canción mongol acerca de Shambhala. Quién
sabe, quizás incluso conozcamos muchas cosas nuevas para ti. Sabemos
que hace muy poco un joven lama mongol escribió un nuevo libro
centrado sobre Shambhala.
El Lama nos estudia con su mirada penetrante. Luego dice:
- «La gran Shambhala está mucho más allá del océano. Es
el poderoso dominio celestial. No tiene nada que ver con nuestra
tierra. ¿Cómo y por qué vosotros, las personas de la tierra, os interesáis en
ella? Sólo en algunos sitios, en el Lejano Norte, podéis discernir
los resplandecientes rayos de Shambhala».
- Lama, conocemos la grandeza de Shambhala. Conocemos
la realidad de este Reino indescriptible. Pero también sabemos algo de
la realidad de la Shambhala terrenal. Sabemos cómo unos altos y
pocos lamas fueron a Shambhala, cómo en la ruta vieron las cosas
físicas habituales. Conocemos las historias del lama buriato, de cómo
fue acompañado a través una galería secreta muy estrecha. Sabemos
que otro visitante vio una caravana de habitantes de las montañas con sal
de los lagos, en las fronteras de Shambhala. Es más, nosotros mismos
hemos visto uno de los tres fuertes fronterizos de Shambhala. De modo que
no me hables sólo de la Celestial Shambhala, sino también de la que está
en la tierra, pues sabes tan bien como yo que en la tierra Shambhala
está conectada con la Celestial. Y en este vínculo están unidos los dos Mundos.
El Lama se queda callado. Con los ojos medio ocultos por
los párpados, examina nuestros rostros. Y en el ocaso de la tarde
comienza su relato:
- «Realmente, está llegando el momento en que la
Enseñanza del Santo una vez más llegará al Sur desde el Norte. La palabra de
la Verdad, que comenzó su gran sendero desde Bodhigaya,
regresará nuevamente a los mismos sitios. Simplemente debemos aceptarlo
como es: el hecho de que la verdadera Enseñanza abandonará el Tíbet
y aparecerá otra vez en el Sur. Y en todos los países se manifestarán las
alianzas de Buda. En realidad, grandes cosas están llegando. Venís
de Occidente, sin embargo traéis noticias de Shambhala. Debemos
tomarlo muy en serio. Es probable que el rayo de la torre de Rigden Gyeppo
haya llegado a todos los países.
La Luz de la Torre de Shambhala resplandece como un
diamante. El está allí, Rigden Gyeppo, infatigable, siempre vigilante de la causa
de la humanidad. Sus ojos nunca se cierran y en su espejo mágico ve
todos los acontecimientos de la tierra. El poder de su pensamiento penetra
los sitios más apartados. La distancia no existe para El;
instantáneamente puede brindar ayuda a quienes sean dignos de ella. Su poderosa
Luz puede destruir cualquier oscuridad. Sus inconmensurables riquezas
están listas para ayudar a todo aquel que esté necesitado y se ofrezca a
servir a la causa de la justicia. Hasta puede cambiar el Karma de los
seres humanos
»
- Lama, me parece que hablas de Maitreya, ¿no es así?
- «¡No debemos pronunciar este misterio! Hay mucho
que no puede ser revelado. Hay mucho que no puede ser
cristalizado en sonido. Con el sonido revelamos nuestros pensamientos.
Con el sonido proyectamos nuestro pensamiento en el espacio y
el resultado puede ser el mayor de los daños. Porque todo lo que
se divulga antes del momento destinado desencadena un
daño incalculable. Hasta pueden provocarse las mayores
catástrofes con estos actos tan atolondrados. Si Rigden Gyeppo y el
Santo Maitreya son uno y el mismo para ti, que así sea. ¡Yo no lo
he dicho!
Incontables son los habitantes de Shambhala.
Numerosas son las espléndidas fuerzas nuevas y logros que de allí se
están preparando para la humanidad
»
- Lama, el Vedânta
nos dice que muy pronto serán entregadas a la humanidad nuevas energías. ¿Es verdad?
- «Innumerables son las grandes cosas predestinadas
y preparadas. A través de las Sagradas Escrituras sabemos de la
Enseñanza del Santo sobre los habitantes de las estrellas distantes. De la
misma fuente hemos oído del pájaro de acero volador
, de serpientes de hierro
que devoran el espacio con fuego y humo. Tathagata, el Santo,
predijo todo para el futuro. Sabía que los ayudantes de Ridgen Gyeppo
se reencarnarían a su debido tiempo; que el ejército sagrado limpiaría
Lhasa de todos sus atroces enemigos; y que se establecería el Reino de
la justicia».
- Lama, si los grandes guerreros se encarnan, ¿acaso
las actividades de Shambhala no tendrán lugar aquí, en nuestra tierra?
- «En todas partes, aquí y en el Cielo. Todas las
fuerzas benévolas se unirán para destruir la oscuridad. Todo el que preste
ayuda en esta Gran Tarea será recompensado cien veces y en esta
mismísima tierra, en esta encarnación. Todos los pecadores contra
Shambhala perecerán en esta encarnación porque han agotado la misericordia».
- Lama, tú conoces la verdad. Dime entonces por qué hay
tantos sacerdotes indignos.
- «Ciertamente, ésta no es una excusa, pero si la
Enseñanza debe desplazarse hacia el Sur, entonces, no es sorprendente que
muchos lamas sabios hayan abandonado el Tíbet. En Occidente, ¿saben que
Pan-chen-rinpoche (el Lama Tashi) está conectado con Shambhala?»
- Lama, sabemos, por supuesto, que Pan-chen-rinpoche es
muy estimado en todas partes. En diferentes países, no sólo entre los
budistas, sino entre los pueblos de muchas naciones, hemos notado hasta qué
punto favorable hablan de Su Santidad. Se dice incluso que en Sus
habitaciones privadas, mucho antes de Su partida, se habían trazado en los frescos
los detalles de sus futuros viajes. Y en esto sabemos que
Pan-chen-rinpoche sigue las costumbres de todos los Grandes Lamas. Nos han dicho
cómo durante su vuelo El y Sus seguidores escaparon a muchos de los
más grandes peligros.
Conocemos que en una época sus perseguidores de Lhasa
ya estaban sobre El, cuando una gran nevada les bloqueó el camino.
Otro día, Pan-chen-rinpoche llegó a un lago en las montañas; se vio ante
un difícil problema. Sus enemigos estaban muy cerca de El, pero para
escapar, le sería necesario dar un gran rodeo por el lago. De modo que
Pan-chen-rinpoche se sentó a meditar profundamente durante algún tiempo.
Cuando se levantó, dio órdenes de que, a pesar del peligro, toda la caravana
debería pasar la noche a orillas del lago. Entonces sucedió lo
inusual: durante la noche hubo una gran helada que cubrió el lago de hielo
y nieve. Antes de alba, cuando aún estaba oscuro, el Lama Tashi dio
órdenes a su gente de moverse deprisa y El y Sus trescientos seguidores
cruzaron el lago sobre el hielo por la ruta más corta, escapando de esta manera
del peligro. Cuando los enemigos llegaron al mismo sitio, el sol ya estaba
alto y sus rayos habían derretido el hielo. Sólo les quedaba rodear el
lago. ¿No fue así?
- «Verdaderamente, así fue. Pan-chen-rinpoche recibió
ayuda de la Sagrada Shambhala a lo largo de Sus viajes. Vio muchos
signos maravillosos cuando cruzó las tierras altas hacia el Norte».
- Lama, no lejos de Ulan-Davan vimos un enorme buitre
negro que volaba bajo, cerca de nuestro campamento. Cruzó en dirección
a algo resplandeciente y bello, que volaba hacia el sur sobre
nuestro campamento y que brillaba bajo los rayos del sol.
Los ojos del Lama parecían echar chispas. Con
ansiedad, preguntó:
- «¿También olisteis los perfumes de los inciensos de los
templos en el desierto?»
- Tienes toda la razón, Lama, en el desierto pedregoso, a
varios días de cualquier sitio habitado, muchos de nosotros fuimos a la
vez conscientes de un exquisito vestigio de perfume. Ello sucedió varias
veces. Nunca olimos un perfume tan delicioso. Me recordó a un cierto
incienso que un amigo mío me dio una vez en la India. De dónde lo obtuvo, no lo sé.
- «Ah, estáis protegidos por Shambhala. El enorme buitre
negro es vuestro enemigo, que está ansioso por destruir vuestro trabajo, pero
la fuerza protectora de Shambhala os sigue en esta forma Radiante de
la Materia. Esta fuerza siempre está cerca de vosotros, pero no
siempre podéis percibirla. Sólo en ocasiones se manifiesta para fortaleceros
y dirigiros. ¿Habéis notado la dirección en que se movía esta esfera?
Debéis seguir la misma dirección. Me habéis mencionado la llamada
sagrada: ¡Kalagiya! Cuando alguien oye este llamamiento imperativo, debe
saber que la ruta hacia Shambhala está abierta para él. Debe recordar el
año en que fue llamado, pues desde ese momento y para siempre el Santo
Rigden Gyeppo le ayudará en todo. Sólo debéis saber y daros cuenta
de la forma en que las personas reciben ayuda, pues muchas veces
ellas rechazan la ayuda que les es enviada».
- Lama, dime cómo Shambhala ayuda a las personas
simples. Tenemos noticia de los adeptos y de los ayudantes encarnados
de Shambhala. Pero, ¿de qué manera se manifiesta el poder de
Shambhala entre los humildes?
- «De maneras indecibles y múltiples. Cada uno que
en encarnaciones pasadas siguió las Enseñanzas de justicia y fue útil para
la Causa Común, recibe ayuda de esta Causa Común. No hace
muchos años, durante la guerra y la inquietud, un hombre preguntó a un lama
si debía cambiar de vivienda. El lama le respondió que podía quedarse en
el mismo sitio durante seis meses más, pero que después estaría en
grave peligro y que entonces debería huir sin tardanza. Durante los seis
meses que siguieron, el hombre tuvo mucho éxito en su trabajo; todo estaba
en paz y sus posesiones se multiplicaron. Cuando los seis meses llegaron
a su fin, pensó: «Por qué habría de arriesgar mi
propiedad abandonando este sitio tranquilo? Todo me parece tan próspero
y no existe ningún peligro aparente. Es probable que el lama se
haya equivocado».
Pero el fluido Cósmico no se detuvo. Y el peligro
predestinado surgió de repente. Las tropas de los enemigos se acercaron al lugar
a toda velocidad desde ambas direcciones. Entonces, el hombre se
dio cuenta de que ahora no podía huir. Se dirigió apresuradamente a ver
al mismo lama y le contó lo que le había sucedido.
El lama le dijo que por ciertas razones era necesario que
se salvara; pero ahora es más difícil ayudarte añadió. Perdiste
la mejor oportunidad, aunque todavía puedo hacer algo por ti. Mañana,
reúne a tu familia y dirígete con ella hacia el Norte. En el camino te
encontrarás con tus enemigos. Es inevitable. Cuando los veas avanzar, apártate
del camino y permanece en silencio. Aunque se te aproximen, aunque
te hablen, quédate callado e inmóvil hasta que hayan pasado.
Y así sucedió. El hombre, con su familia y sus
pertenencias, partió al alba. De repente, al final de la mañana, distinguieron las figuras
de un grupo armado que se acercaba a toda prisa. Se apartaron
del camino y permanecieron en silencio, tensos.
Los salteadores pronto se aproximaron y el hombre oyó gritar
a uno de ellos: «Aquí están. Veo personas aquí. Probablemente
hay un buen botín para nosotros».
Otro le respondió riendo:
«Amigo, seguramente has dormido mal anoche, puesto que no puedes diferenciar piedras de
seres humanos. ¡Están muy cerca de nosotros y dices que no son
piedras!»
El primero insistió:
«¡Pero si hasta veo un caballo!» El
otro rió: «No creo que llegues lejos en un caballo tan pétreo.
¿Crees que un caballo, que nota la presencia de los nuestros,
permanecería inmóvil?»
Todos se echaron a reír de buena gana y, burlándose del
error del primero, pasaron muy cerca del inmóvil grupo. Luego
desaparecieron en la neblina. Así, aun en la situación más difícil, aquel hombre se
salvó. Porque había sido útil a Shambhala simplemente una vez.
Shambhala lo sabe todo. Pero los secretos de Shambhala
están bien protegidos».
- Lama, ¿cómo están protegidos los secretos de
Shambhala? Se dice que muchos servidores de Shambhala, muchos emisarios,
están en todo el mundo. ¿Cómo pueden conservar los secretos que se
les confiaron?
- «Los Grandes Guardianes de los misterios observan de
cerca a todos aquellos a quienes les confiaron Su labor y les
encomendaron grandes misiones. Si se les presenta un mal inesperado, reciben
ayuda de inmediato. Y el tesoro confiado será protegido. Hace unos
cuarenta años, un gran secreto fue confiado a un hombre que vivía en el
Gran Desierto mongol de Gobi. Se le dijo que podía usar este secreto con
un propósito en especial, pero que, cuando sintiera que se acercaba
el momento de abandonar este mundo, debería encontrar a alguien digno
a quien confiar este tesoro. Pasaron muchos años. Finalmente, este
hombre cayó enfermo, y durante su enfermedad se le acercó una fuerza
maligna, y se quedó inconsciente. En este estado, por supuesto, no podía
encontrar a nadie digno de recibir la confianza de su tesoro. Pero los Grandes
Guardianes están siempre vigilantes y alertas. Uno de ellos del
Alto Ashram se apresuró a través del poderoso Gobi. Estuvo más de
sesenta horas sobre la montura sin descansar. Llegó ante el hombre enfermo
a tiempo para revivirlo y, si bien fue por poco tiempo, le permitió
encontrar a alguien a quien transmitir el mensaje. Quizás os preguntéis por qué
el Guardián no se llevó el Tesoro con él, y por qué la misma sucesión
debió tener lugar. Porque el gran
Karma tiene sus propios procedimientos y hasta los más Grandes Guardianes de misterios a veces no desean
tocar los hilos del Karma. Pues cada uno de sus hilos, caso de
romperse, produce como resultado la mayor de las calamidades».
- Lama, en Turfan y en Turkestán nos enseñaron cuevas
con extensas galerías sin explorar. ¿Podemos llegar a los Ashrams de
Shambhala a través de estas rutas? Nos dijeron que en algunas ocasiones,
personas extrañas salían de estas cuevas y se dirigían a las ciudades.
Deseaban pagar con monedas extrañas y antiguas que ya están fuera de uso.
- «Es verdad, es verdad; los habitantes de Shambhala a
veces emergen a este mundo. Se encuentran con los servidores terrenales
de Shambhala. Por el bien de la humanidad, envían regalos
preciosos, notables reliquias. Puedo contaros muchas historias de los
maravillosos regalos que se recibieron a través del espacio. Hasta el mismísimo
Rigden Gyeppo aparece en ocasiones en cuerpo humano. De repente, se
muestra en sitios sagrados, en monasterios, y en un momento
predestinado pronuncia sus Profecías.
De noche o por la mañana temprano, antes del alba, el
Soberano del Mundo llega al Templo. Entra. Todas las luces se encienden solas
al mismo tiempo. Algunos ya reconocen al Gran Forastero. Los lamas
se reúnen con gran reverencia. Escuchan con la mayor atención las
Profecías del futuro.
Se aproxima una Gran Época. El Soberano del Mundo está
listo para luchar. Muchas cosas se están manifestando. El Fuego Cósmico
se está acercando nuevamente a la tierra. Los planetas están
manifestando los nuevos tiempos. Pero habrá muchos cataclismos antes de la
nueva era de prosperidad. Nuevamente la humanidad será puesta a
prueba, para ver si el espíritu ha progresado lo suficiente. El fuego subterráneo
ahora busca encontrar contacto con el ardiente elemento Akasha;
si todas las fuerzas buenas no combinan su poder, los mayores
cataclismos son inevitables. Se relata cómo el santo Rigden Gyeppo se
manifiesta para dar órdenes a sus mensajeros; cómo en la roca negra, camino
a Ladak, aparece el poderoso Soberano. Y de todas las direcciones,
los jinetes mensajeros se aproximan con gran reverencia para escucharlo,
y a toda velocidad se apresuran a cumplir lo que ordena la gran sabiduría».
- Lama, ¿cómo es que los viajeros aún no han descubierto
la Shambhala terrenal? En los mapas puedes ver muchas rutas
de expediciones. Al parecer ya están marcadas todas las cumbres y se
han explorado todos los valles y los ríos.
- «Es verdad, hay mucho oro en la tierra y muchos
diamantes y rubíes en las montañas y ¡todos están tan ansiosos por
poseerlos! ¡Y tantas personas tratan de encontrarlos! Pero hasta el momento,
estas personas no han encontrado todas las cosas, de modo que ¡dejad que
un hombre intente llegar a Shambhala sin haber sido llamado! Habéis
oído hablar de los arroyos envenenados que rodean las tierras altas.
Quizás hasta habéis visto personas morir a causa de estos gases cuando se
les acercan. Quizás habéis visto cómo los animales y las personas
comienzan a estremecerse cuando se aproximan a ciertas regiones. Muchos
tratan de llegar a Shambhala sin ser llamados. Pero sólo unos pocos alcanzan
el punto Sagrado, y sólo si su Karma está listo».
- Lama, hablas de un sitio Sagrado sobre la tierra. ¿Existe
allí una vegetación rica? Las montañas parecen yermas y los huracanes
y heladas que todo lo devastan parecen, en general, severos.
- «En medio de las altas montañas existen insospechados
valles encerrados. Muchos manantiales cálidos nutren la rica vegetación.
Muchas plantas raras y hierbas medicinales pueden florecer en este
terreno volcánico inusual. Quizás habéis oído que a sólo dos días de
Nagchu, donde no hay un árbol o planta a la vista, hay un valle con árboles
y hierba y agua cálida. ¿Pero quién puede conocer los laberintos de
estas montañas? Sobre las superficies pedregosas es posible distinguir las
huellas humanas. No se puede comprender el pensamiento de la gente, y
aquel que puede, permanece en silencio. Quizás os habéis encontrado con
numerosos viajeros durante vuestros peregrinajes, forasteros
vestidos con simpleza, que caminan en silencio a través del desierto, haga calor
o frío, hacia sus metas desconocidas. No creáis que porque el atuendo
es simple el forastero es insignificante. Si sus ojos están medio cerrados,
no presumáis que su mirada no es aguda. Es imposible discernir desde
qué dirección se aproxima el poder. Todas las advertencias son inútiles,
todas las profecías son inútiles, pero sólo a través del único Camino
de Shambhala se puede obtener el logro. Dirigiéndote tú mismo
directamente al Santo Rigden Gyeppo tendrás éxito».
- Lama, dijiste que los enemigos de Shambhala
perecerían. ¿Cómo perecerán?
- «Es cierto, perecen a su debido tiempo. Sus propias
ambiciones atroces los destruyen. Rigden Gyeppo es misericordioso. Pero
los pecadores son agresores de sí mismos. ¿Quién puede decir cuándo
se entrega el premio merecido? ¿Quién puede discernir
cuándo verdaderamente se necesita ayuda? ¿Y cuál será la naturaleza de
esa ayuda? Son necesarias muchas catástrofes, y tienen sus propósitos.
Sólo cuando nuestra limitada inteligencia humana se convence de que todo
se destruye, de que toda esperanza perece, entonces la mano creadora
del Soberano proyecta Su poderoso rayo.
¿Cómo son aniquilados los pecadores? Un lama pintor tenía
el elevado don de pintar con incomparable belleza las imágenes
sagradas. Pintaba soberbiamente las Imágenes de Rigden Gyeppo, la del
Santo Buda y de Dukhar, la que Todo lo Ve. Pero otro pintor sintió celos, y
en su ira decidió hacer daño al justo. Y cuando comenzó a calumniar
al lama pintor, su casa comenzó a arder por alguna causa
desconocida. Todas sus posesiones fueron destruidas y las tierras del calumniador
se quemaron gravemente, tanto que durante mucho tiempo fue incapaz
de trabajarlas.
Otro calumniador amenazó con destruir todos los trabajos de
un hombre honesto. Y él mismo se ahogó al poco tiempo, mientras
atravesaba el Tsampo. Otro hombre, que llevaba a cabo magníficas obras de
caridad, fue atacado por alguien que buscaba destruir todas las posesiones
que habían sido dedicadas a la causa de la humanidad. Pero nuevamente el
rayo poderoso de Rigden Gyeppo alcanzó al agresor y en un día su
riqueza desapareció y se convirtió en un mendigo. Quizá lo hayáis visto
alguna vez, mendigando en el bazar de Lhasa.
En cada ciudad podéis oír cómo fueron castigadas
aquellas criaturas indignas que dirigieron su veneno contra los dignos. Sólo a
través del Sendero hacia Shambhala podéis caminar a salvo. Cada desvío
de este Camino de gloria os enredará en los más grandes peligros.
Todo sobre la tierra puede buscarse y repartirse. El Bendito no ordena fe ni
un culto ciego, sino el conocimiento de la experiencia».
- Así es, Lama. También puedo decirte cómo uno cerca
de nosotros se convirtió en un hermano de Shambhala. Sabemos cómo
llegó a la India en una misión científica, cómo se perdió repentinamente de
la caravana y cómo, mucho después, un mensaje inesperado reveló la
noticia de que estaba en Shambhala.
También puedo decirte cómo, del distante Altai, muchos
Antiguos Creyentes fueron a buscar las llamadas
«Belavodye» (aguas blancas) y nunca regresaron. He oído los nombres de las montañas, ríos y lagos
que existen en la vía hacia los lugares sagrados. Son secretos; algunos de
los nombres están alterados, pero se puede discernir su verdad fundamental.
Puedo decirte cómo un digno estudiante de esta
Elevada Enseñanza partió para llegar a Shambhala antes del momento que se
le había ordenado. Era un espíritu puro y sincero, pero su
Karma no se había agotado y su labor terrenal aún no estaba completa. Era
pronto para él y uno de los Grandes Maestros se lo encontró a caballo en
las montañas y personalmente habló a este viajero aspirante.
Misericordiosa y compasivamente le envió de regreso para que completara sus
tareas sin terminar. Puedo hablarte de Ashrams más allá de Shigatse.
Puedo decirte cómo los Hermanos de Shambhala aparecieron en
diversas ciudades y cómo impidieron las mayores calamidades humanas,
cuando la humanidad los comprendió como corresponde
Lama, ¿has
conocido Azaras y Kuthumpas?
- «Si tienes conocimiento de tantos incidentes, debes tener
éxito en tu trabajo. Saber tanto acerca de Shambhala es en sí un arroyo
de purificación. Mucha de nuestra gente durante su vida ha encontrado
Azaras y Kuthumpas y a los hombres de las nieves que los sirven.
Sólo hace poco los Azaras han dejado de verse en las ciudades. Se han
reunido todos en las montañas. Muy altos, con pelo largo y barba, parecen
hindúes a simple vista. Una vez, cuando caminaba a lo largo del Brahmaputra,
vi un Azara. Intenté alcanzarlo, pero rápidamente dio la vuelta más allá
de las rocas y desapareció. Sin embargo, no encontré ninguna cueva
o caverna allí, todo lo que vi fue un pequeño Stupa. Probablemente
no quería que lo molestaran.
Ya no se ven Kuthumpas. Antes aparecían abiertamente
en la región de Tsang y en el lago Manasarowar, cuando los
peregrinos iban al sagrado Kailash. Incluso hasta los hombres de las nieves
se ven muy rara vez. La persona ordinaria, en su ignorancia,
los confunde con apariciones. Existen profundas razones por las
que, precisamente ahora, los Grandes no aparecen como antes. Mi
viejo maestro me contó gran parte de la sabiduría de los
Azaras. Conocemos varios lugares donde estos Grandes vivieron, pero
por el momento estos lugares están desiertos. ¡Qué gran razón,
qué gran secreto!»
- Lama, ¿entonces es verdad que los Ashrams han
sido trasladados de las cercanías de Shigatse?
- «Este misterio no debe pronunciarse. Ya dije que los
Azaras ya no se encuentran en Tsang».
- Lama, ¿por qué vuestros sacerdotes dicen que Shambhala
está mucho más allá del océano, cuando la Shambhala terrenal está
mucho más cerca? Csoma de Koros incluso menciona, justificadamente, el
sitio: el maravilloso valle en la montaña, donde se llevó a cabo la iniciación
de Buda.
- «He oído que Csoma de Koros cosechó desgracias en
vida. Y Grunwedel, a quien mencionaste, se volvió loco; porque ambos
tocaron el gran nombre de Shambhala por curiosidad, sin darse cuenta de
su prodigiosa importancia. Es peligroso jugar con fuego, y sin embargo,
el fuego puede ser una de las cosas más útiles para la
humanidad. Probablemente habéis oído cómo ciertos viajeros intentaron
penetrar en el territorio prohibido y cómo los guías se negaron a seguirle,
diciéndoles: «Es mejor que nos
matéis». Hasta estas personas simples comprendían
que asuntos tan elevados sólo podían tocarse
con el mayor de los respetos.
¡No ultrajéis las leyes! Esperad en ardiente labor hasta que
el mensajero de Shambhala llegue a vosotros, merecidamente.
Esperad hasta que El de voz poderosa pronuncie:
«Kalagiya». Entonces, podéis proceder sin cuidado e interpretar este asunto majestuoso. La
curiosidad vana puede transformarse en un aprendizaje sincero, en una
aplicación de los Elevados principios de la vida cotidiana».
- Lama, tú eres un vagabundo. ¿Dónde volveré a encontrarte?
- «Te ruego que no preguntes mi nombre. Es más, si
me encuentras en alguna ciudad o en otro sitio habitado, no me
reconozcas. Yo me acercaré a ti».
- Y si yo me acercara a ti, ¿simplemente te irías o me
hipnotizarías de alguna manera?
- «No me obligues a utilizar estas fuerzas naturales. Entre
algunas Sectas Rojas, está permitido aplicar ciertos poderes. Pero sólo
podemos emplearlos en casos excepcionales. No debemos quebrantar las
leyes de la naturaleza. La Enseñanza esencial de nuestro Santo nos pide
que seamos cuidadosos al revelar nuestras posibilidades interiores».
- Lama, dime más, dime si has visto en persona a Rigden Gyeppo.
- «No, aún no he visto al Soberano en carne y hueso. Pero
he oído Su Voz. Y durante el invierno, cuando la nieve cubría las
montañas, una rosa, una flor del lejano valle, fue Su regalo para mí. Me
preguntas tanto, que puedo ver que tienes conocimientos sobre muchas cosas.
¿Qué harías si comenzara a examinarte?»
- Guardaría silencio, Lama.
El Lama sonrió.
- «Entonces, sabes mucho. Quizás hasta sepas cómo usar
las fuerzas de la naturaleza y cómo en Occidente durante estos últimos
años, se presenciaron muchos signos, en especial durante la guerra que tú,
o uno de vosotros, comenzó».
- Lama, con certeza esta matanza sin precedentes de
seres humanos debe de haber precipitado un inesperado flujo de
reencarnaciones. Tantas personas murieron antes de la hora
predestinada y a través de tales incidentes, tanto se distorsionó y trastornó
- «Probablemente no conocíais las Profecías por las que
estas calamidades fueron predichas hace mucho. De haberlas conocido,
nunca podríais haber comenzado este horrible holocausto.
Si sabes algo sobre Shambhala, si sabes cómo utilizar tus
fuerzas naturales escondidas, también sabes acerca de
Namig, las Cartas Celestiales. Y sabrás cómo aceptar las Profecías del futuro».
- Lama, hemos oído que todos los viajes del Tashi Lama y
del Dalai Lama fueron predichos en las Profecías mucho antes de
que ocurrieran.
- «Repito que en las habitaciones privadas del Tashi Lama,
por orden suya, se pintaron todos los acontecimientos de sus futuros
viajes. Con frecuencia, forasteros desconocidos pronuncian estas profecías,
y se pueden ver y oír signos evidentes de los acontecimientos cercanos.
Sabed que cerca de la entrada del gran templo de Geser
Khan hay dos caballos, uno blanco y uno rojo. Y cuando Geser Khan
se aproxima, esos caballos relinchan. ¿Habéis oído que recientemente
ocurrió este signo, y muchas personas oyeron el relincho de los
caballos sagrados?»
- Lama, has mencionado el tercer gran nombre de Asia
- «Misterio, misterio, no debes hablar demasiado. En
algún momento hablaremos a un gran sabio: Geshe de Moruling. Este
monasterio fue fundado por nuestro Dalai Lama el Grande, y el sonido del
Gran Nombre es parte del nombre del monasterio. Se dice que antes
de abandonar Lhasa para siempre, el Gran Dalai Lama tuvo una
misteriosa comunión en este monasterio. Es verdad, varios lamas
desaparecieron de este monasterio para realizar grandes tareas nuevas.
Allí podrías encontrar algo familiar para ti».
- Lama, ¿puedes decirme algo acerca de los tres
monasterios más grandes cerca de Lhasa: Sera, Ganden y Depung?
El Lama sonrió.
- Oh, son grandes monasterios oficiales. En Sera,
puedes encontrar muchos luchadores verdaderos entre los tres mil lamas. Muchos
lamas de países extranjeros, como Mongolia, están en Ganden. Allí
está el trono de nuestro Gran Maestro, Tsong-khapa. Nadie puede tocar
este gran silencio sin temblar. Depung también tiene algunos lamas sabios».
- Lama, ¿hay algunas galerías ocultas bajo el Potala? ¿Y
existe un lago subterráneo bajo el templo principal?
El Lama volvió a sonreír.
- «Sabes tantas cosas que parecería que hubieras estado
en Lhasa. No sé cuándo has estado allí. Da igual si estuviste allí ahora o
con otras vestimentas. Pero si has visto este lago subterráneo, debes de
haber sido o bien un gran lama, o un criado que llevaba una antorcha.
Pero como criado no podrías saber todas las cosas que me has
dicho. Probablemente sepas también que en muchos lugares de Lhasa
hay manantiales de aguas termales y en algunas casas las personas
usan este agua para sus quehaceres».
- Lama, he oído que algunos animales ciervos, ardillas
y chacales se acercan a los lamas que meditan en las cuevas de
los bosques de los Himalayas, y que los simios y monos a veces les traen
su comida.
- «Por mi parte, os pregunto, ¿qué es imposible? Una cosa
es evidente: que un ciervo no se acercaría a un ser humano en una
ciudad porque muy pocas veces se encuentran personas bien intencionadas
en esos sitios atestados de gente. La humanidad no conoce la importancia
y el efecto definido de los auras; no se dan cuenta de que no sólo los
seres humanos, sino hasta los objetos, también poseen sus auras
significativos y eficaces».
- Lama, sabemos de ello y hasta hemos comenzado
a fotografiarlos. Y en cuanto a los objetos inaminados, Lama,
también sabemos algo acerca del Trono del Maestro, y que nadie debe tocar
este trono. De esta manera, la presencia del Grande siempre está cerca.
- «Si conocéis el valor de un trono tan venerado,
entonces conocéis el significado de la condición de Gurú (Maestro
espiritual). La relación con El es la más elevada que podemos alcanzar en
vida. Esta condición nos protege y ascendemos a la perfección
conforme nuestra estima al Gurú. Aquel que conoce el significado esencial del
Gurú no hablará en contra de las reliquias. En Occidente, también
tenéis retratos de los seres queridos y sentís una gran estima por los símbolos
y los objetos que usaron vuestros antepasados y grandes Guías. De
modo que no lo toméis como idolatría, sino sólo como una profunda
veneración y recuerdo del trabajo que llevó a cabo alguien grande. Y no es
solamente esta veneración externa, porque si sabéis algo de la emanación física
de los objetos, entonces también sabéis algo sobre la magia natural.
¿Qué pensáis del cetro mágico que indica las riquezas subterráneas de la tierra?»
- Lama, por todas partes conocemos muchas historias
del extraño poder de esta varilla móvil, a través de la cual se localizan
muchas minas, manantiales y pozos.
- «¿Y quién creéis que trabaja en estos experimentos, la
varilla o el hombre?»
- Creo, Lama, que la varilla es algo muerto, mientras que
el hombre está lleno de vibraciones y poder magnético. De modo tal que
la varilla es sólo una pluma en la mano.
- «Sí, en nuestro cuerpo todo está concentrado. Sólo debéis
saber cómo usarlo, y cómo no abusar de él. ¿Acaso en Occidente sabéis
algo en relación a la Gran Piedra en la que están concentrados
poderes mágicos? ¿Y sabéis de qué planeta vino esta piedra? ¿Y quién
poseía este tesoro?»
- De la Gran Piedra tenemos tantas leyendas
como vosotros tenéis imágenes de Chintamani, Lama. Desde la
antigua época de los druidas, muchos pueblos recuerdan estas
leyendas de verdad acerca de las energías naturales ocultas en este
extraño objeto de nuestro planeta. Muchas veces, en estas piedras
caídas hay diamantes ocultos, pero éstos no son nada en
comparación con algunos otros metales y energías desconocidas que
se encuentran todos los días en las piedras y en las
numerosas corrientes y rayos.
Lapis Exilis (la Piedra del Exilio), así se llama la piedra
que mencionan los antiguos Meistersingers (Maestros Cantores).
Vemos que Occidente y Oriente están trabajando juntos en
muchos principios. No nos hace falta ir a los desiertos para oír noticias de la
Piedra. En nuestras ciudades, en nuestros laboratorios científicos,
tenemos otras leyendas y pruebas. ¿Acaso alguien hubiera creído que los
cuentos fantásticos que hablan del hombre volador se cumplirían? Sin
embargo, ahora, el correo de todos los días, los visitantes cotidianos, pueden
llegar volando.
- «Ciertamente, el Santo dijo hace mucho que los pájaros
de acero volarían por el aire. Pero al mismo tiempo, sin la necesidad
de levantar esas masas tan pesadas, podemos elevarnos en nuestros
cuerpos más sutiles. Vosotros los occidentales siempre soñáis con escalar el
Monte Everest con pesadas botas; pero nosotros alcanzamos las mismas
alturas y cimas mucho más altas sin problemas. Sólo es necesario pensar,
estudiar, recordar y saber cómo atrapar conscientemente todas las
experiencias propias en los cuerpos más sublimes. Todo ha sido indicado en
la Kalachakra, pero sólo unos pocos lo han comprendido. Vosotros
en Occidente, con vuestros aparatos limitados, podéis oír sonidos a
larga distancia. Hasta podéis captar los sonidos Cósmicos. Pero hace
mucho, Milarepa, sin ningún aparato, podía oír todas las voces Supremas».
- Lama, ¿es verdad que Milarepa, en su juventud, no fue
un hombre espiritual? En alguna parte hemos leído que hasta mató a toda
la familia de su tío. ¿Cómo, entonces, puede un hombre semejante
convertirse en un ser espiritualmente evolucionado, después de tales excesos de
ira y hasta asesinato?
- «Tienes razón. En su juventud, Milarepa no sólo mató a
esta familia, sino que probablemente cometió muchos otros
crímenes horrendos. Pero los procedimientos del espíritu son inexplicables.
De uno de vuestros misioneros, hemos oído la historia de vuestro santo
llamado Francisco. Sin embargo, en su juventud también cometió muchas
ofensas, y su vida entonces no era pura. ¿Cómo pudo lograr en una vida
tanta perfección que en Occidente se le considera uno de los santos
más enaltecidos? De vuestros misioneros, que visitaron Lhasa en
siglos pasados, hemos aprendido muchos cuentos, y algunos de vuestros
libros están en nuestras bibliotecas. Se dice que se pueden encontrar libros
de vuestro evangelio sellados en algunos de nuestros Stupas. Quizá
nosotros sepamos mejor que vosotros cómo venerar las religiones extranjeras».
- Lama, es tan difícil para nosotros los occidentales
venerar vuestra religión; muchas cosas son tan confusas, muchas cosas
están tan corruptas. Por ejemplo, ¿cómo podría comprender un
forastero, al ver dos monasterios completamente iguales por fuera, que
en uno se predique el budismo, mientras que, el otro sea el
enemigo acérrimo del budismo? Todavía más, si entramos en
estos monasterios, vemos superficialmente casi las mismas imágenes.
Así, para un forastero, distinguir si una svástica está puesta en
dirección invertida o no, es tan difícil como comprender por qué las
personas que son completamente ignorantes y a quienes les da por
beber tienen el mismo título de lama que tú, que sabes muchas cosas
y tienes tanta cultura.
- «Tienes razón. Muchos lamas usan la vestidura lamaísta,
pero su vida interior es mucho peor que la de un laico. Muchas veces,
entre muchos miles de lamas, podéis conversar acerca de asuntos elevados
y esperar una respuesta digna. ¿Pero acaso no sucede lo mismo en
vuestra religión?
Hemos visto muchos misioneros; probablemente hablan del
único Cristo, pero se atacan unos a otros. Cada uno dice que su enseñanza
es superior. Yo creo que Issa (Jesús) brindó sólo una Enseñanza,
entonces ¿cómo este gran Símbolo puede tener divisiones que se declaran
hostiles entre sí? No creáis que somos tan ignorantes. Hemos oído que
ritos celebrados por una secta de sacerdotes cristianos no son
reconocidos por otro sacerdote también cristiano. Por lo tanto, se deduce que
debéis tener muchos Cristos opuestos.
En nuestros desiertos, se han encontrado muchas
cruces cristianas. Una vez pregunté a un misionero cristiano si estas
cruces eran auténticas y me dijo que eran cruces bastardas, que durante
todas las épocas el falso cristianismo había penetrado en Asia, y que no
debemos considerar estas cruces símbolos elevados. Entonces, dime,
cómo distinguiremos la cruz auténtica de la falsa? Nosotros también
tenemos una cruz en el Gran Signo de Ak-Dorje. Pero para nosotros, es el
gran signo de la vida, del elemento ardiente: el signo eterno. ¡Nadie
hablaría en contra de este signo!»
- Lama, sabemos que sólo a través del conocimiento del
espíritu podemos percibir lo que es auténtico.
- «Nuevamente demostráis vuestro conocimiento de las
grandes cosas. Nuevamente habláis como si lo hicierais desde nuestra
poderosa Kalachakra. ¿Pero cómo desarollaremos nuestro gran
entendimiento? Es verdad, somos sabios de espíritu; sabemos todo, pero
¿cómo evocaremos este conocimiento de las profundidades de nuestra
conciencia y lo transmitiremos a nuestras mentes? ¿Cómo reconoceremos
las fronteras necesarias entre la vida ascética y la vida común?
¿Cómo sabremos cuánto tiempo podemos ser ermitaños y cuánto tiempo
debemos trabajar entre los hombres? ¿Cómo sabremos qué conocimiento
puede revelarse sin causar daño y cuál quizás el más elevado puede
ser divulgado sólo a unos pocos? En esto consiste el conocimiento de
la Kalachakra».
- Lama, la Gran
Kalachakra es prácticamente
desconocida, pues se confunde su Enseñanza con la enseñanza inferior tántrica.
Así como tenéis verdaderos budistas, y sus opuestos, los Bon-Po,
también tenéis un Tantra más bajo, de hechicería y nigromancia. ¿Y acaso
el Santo no denunció la hechicería? Dime con franqueza si un lama
podría ser un hechicero.
- «Tienes razón. Nuestros Grandes Maestros no sólo
prohibieron la hechicería, sino un despliegue indebido de fuerzas superiores a
lo normal. Pero si el espíritu de alguien está tan avanzado que puede
llevar a cabo muchas cosas y utilizar cualquiera de sus energías de
manera natural y para el Bien Común, entonces, ya no se trata de
hechicería, sino de un gran logro, una gran labor para la humanidad.
A través de nuestros símbolos, a través de nuestras imágenes
y thankas, podéis ver cómo actuaban los Grandes Maestros; entre
los muchos Grandes Maestros, veis pocos en absoluta meditación. Por
lo general, llevan a cabo una parte activa en la gran labor. O bien
enseñan a las personas o dominan las fuerzas oscuras más poderosas y aliarse
a ellas, aunque más bien sea por el Bienestar Común. A veces podéis
ver a los Maestros en verdadero conflicto, dispersando las fuerzas
malignas del espíritu. La guerra terrenal no está sancionada por nosotros, pero los
budistas, a lo largo de la historia, han sido atacados, y ellos jamás
han sido los agresores. Hemos oído que durante vuestra reciente Gran
Guerra, los sacerdotes cristianos de ambos lados decían que Issa y Dios
estaban con ellos. Si Dios es uno, debemos comprender con ello que estaba
en conflicto consigo mismo. ¿Cómo podéis explicar una contradicción
que resultaba tan inexplicable para todos los budistas?»
- Lama, esta guerra ha acabado. El error más desastroso
puede suceder, pero ahora todas las naciones están pensando cómo abolir
no sólo la idea sino el material e instrumentos verdaderos de la guerra.
- «¿Y creéis que deberían abolirse todas las armas y buques
de guerra? Es mejor que se los transforme en instrumentos de paz y de
una Enseñanza más Elevada. Me gustaría ver los grandes buques de
guerra convertirse en escuelas viajeras de Alta Enseñanza. ¿Es ello
posible? Durante mi viaje a la China, vi tantas armas y buques de guerra
que pensé que si sólo estas espantosas creaciones pudieran ser símbolos
de una Enseñanza Elevada, antes que símbolos de matanzas ¡qué
tremendo flujo de energía Cósmica para el Mundo!»
- Lama, la serpiente pica, sin embargo está considerada el
símbolo de la sabiduría.
- «Probablemente habéis oído la antigua parábola de cómo
se advirtió a la víbora que no mordiera, sino que sólo silbara. Cada uno
debe ser poderoso, ¿qué protección consideráis la más poderosa?»
- Lama, ciertamente, sólo el poder del espíritu proporciona
la protección, pues sólo en el espíritu somos fortalecidos mental
y físicamente. Un hombre, concentrado espiritualmente, es tan fuerte
como una docena de los atletas más musculosos. El hombre que sabe
cómo usar sus poderes mentales es más fuerte que la muchedumbre.
- «Ah, nuevamente nos aproximamos a nuestra
Gran Kalachakra: ¿quién puede existir sin alimento?, ¿quién puede existir
sin dormir?, ¿quién es inmune al calor y al frío?, ¿quién puede curar
heridas? En realidad, sólo aquel que estudia la
Kalachakra.
Los Grandes Azaras que han tenido acceso a las Enseñanzas
de la India, conocen el origen de la
Kalachakra. Saben muchas cosas que, cuando se revelen para ayudar a la humanidad, regenerarán la vida por
completo. Inadvertidamente, muchas de las Enseñanzas de
la Kalachakra se usan, tanto en Oriente como en Occidente, y aun
teniendo en cuenta esta utilización inconsciente, los resultados son muchas
veces maravillosos. Por lo tanto, es comprensible cuán
incomparablemente grandes serían las posibilidades manifestadas por un logro consciente
y cuán sabiamente podría usarse la gran energía eterna, esta materia
sublime e imponderable que se encuentra dispersa por todas partes y que está
a nuestro alcance en todo momento. Esta Enseñanza de la
Kalachakra, esta utilización de la energía primaria, ha sido llamada:
Enseñanza del Fuego. El pueblo hindú sabe que el Gran Agni, aunque sea una
Enseñanza antigua, será la nueva Enseñanza para el Nuevo Mundo. Debemos
pensar en el futuro; y sabemos que en la Enseñanza de le
Kalachakra yace todo el material que puede aplicarse para el mayor de los usos.
Ahora hay muchos maestros, tan diferentes como hostiles unos con otros. Y
sin embargo, muchos de ellos hablan de una única cosa y esta cosa
está expresada en la Kalachakra. Uno de vuestros sacerdotes una vez
me preguntó: «¿Acaso la cábala y Shambhala no son parte de esa
única enseñanza?» Preguntó:
«¿Acaso el gran Moisés no es un
iniciado de la misma Enseñanza y un seguidor de sus
leyes?» Podemos afirmar sólo una cosa: cada Enseñanza de la Verdad, cada Enseñanza del
Alto principio de la Vida, proviene de una única Fuente. Muchos
antiguos Stupas budistas han sido convertidos en templos Linga y muchas
mezquitas tienen paredes y los cimientos de antiguos viharas budistas. ¿Pero
qué daño se puede hallar en ello, si esas construcciones han sido dedicadas
al único principio Elevado de la Vida? Muchas imágenes budistas sobre
las rocas encuentran sus orígenes en Enseñanzas muy anteriores al Santo.
Sin embargo, también simbolizan la misma esencia elevada.
¿Qué es lo que se revela en la
Kalachakra? ¿Hay muchas prohibiciones? No, la excelsa
Enseñanza expone sólo lo constructivo. Así es. Se proponen las mismas fuerzas elevadas para la
humanidad. Y se revela, con fundamento científico, cómo la humanidad puede
usar las fuerzas naturales de los elementos. Cuando os dicen que la ruta
más corta es a través de Shambhala, a través de la
Kalachakra, significa que el logro no es un ideal imposible, sino que es algo que puede alcanzarse
a través de una aspiración sincera y afonosa aquí, en esta tierra y en
esta encarnación. Esta es la Enseñanza de Shambhala. Es verdad,
cualquiera puede lograrla. Realmente, cada uno puede oír la pronunciación de
la palabra Kalagiya.
Pero para alcanzar este estado, un hombre debe
dedicarse enteramente a la labor creativa. Aquellos que trabajan con
Shambhala, los iniciados y los mensajeros de Shambhala, no se sienten
recluidos, viajan por todas partes. Con mucha frecuencia, la gente no los
reconoce y a veces ellos no se reconocen entre sí. Pero llevan a cabo su
trabajo, no para su propio provecho, sino para la Gran Shambhala. Todos
ellos conocen el gran símbolo del carácter anónimo. A veces parecen ricos,
y sin embargo, carecen de posesiones. Todo es para ellos, pero no
toman nada para sí. De esta manera, cuando os dedicáis a Shambhala, todo
os es quitado y todo os es dado. Si os arrepentís, vosotros mismos sois
los perdedores; si dais alegremente, os enriquecéis. En esencia, la
Enseñanza de Shambhala se asienta sobre lo siguiente: no hablamos de algo
distante y secreto. En consecuencia, si sabéis que Shambhala está aquí, en
la tierra, si sabéis que todo puede lograrse aquí, en la tierra, entonces
todo debe recompensarse aquí, en la tierra. Habéis oído que la
recompensa de Shambhala verdaderamente está aquí y que sus ganancias
se multiplican. Lo dicho no es porque la Enseñanza de
Shàmbhala sea única, sino porque la Enseñanza de Shambhala es vital, porque se entrega
para que sea útil en el plano de las encarnaciones terrenales y pueda
ser aplicada a las condiciones humanas, cualesquiera que estas sean.
¿De qué manera podemos estudiar la acción? ¿Cómo estar preparados
para cualquier forma de conquista, cómo estar abiertos a todo? Sólo con
el estudio práctico de Shambhala. Cuando leáis libros que tratan
de Shambhala, en parte traducidos a otros idiomas y en parte velados, no
os sintáis confundidos con los grandes símbolos. Incluso en
Occidente, cuando habláis de grandes descubrimientos, usáis un lenguaje técnico
y el lego no lo comprende y toma las expresiones literalmente,
juzgando sólo en la superficie. En este sentido, lo mismo puede decirse de
las Grandes Escrituras como de los documentos científicos. Algunos
toman los grandes Puranas en su sentido literal. ¿Qué conclusión pueden sacar?
Sólo la que puede obtenerse desde la superficie del lenguaje, de
su filosofía, pero no de la importancia de los signos que se usan. La
armonía del exterior y del interior puede lograrse sólo a través del estudio de
la Kalachakra. Probablemente habréis visto los Signos de
la Kalachakra en las rocas, en sitios completamente desiertos.
Algunas manos desconocidas han hecho un dibujo en las
piedras o han grabado las letras de la Kalachakra
sobre las rocas. Es verdad, es verdad, sólo a través de Shambhala, sólo a través de la Enseñanza
de la Kalachakra, se puede lograr la perfección de la ruta más corta.
Kalagiya, Kalagiya,
Kalagiya. ¡Venid a Shambhala!»
Luego nuestra conversación se volvió aún más bella y
sagrada. De allí en adelante penetró esa nota que exalta todos los
esfuerzos humanos. Hablamos de la montaña Kailash, de los ermitaños que
hasta hoy viven en las cuevas de esta maravillosa montaña, colmando el
espacio con sus llamadas que evocan la justicia.
Y luego hablamos de Aquel Sitio que yace al norte del Kailash
Cayó el crepúsculo y toda la habitación pareció cobrar un
nuevo significado. La imagen de Chenrezi, soberbiamente bordada sobre la
seda brillante que colgaba por encima de la cabeza del Lama,
parecía observarnos de un modo atrayente. Estas imágenes ya no se
encuentran en el Tíbet.
A cada lado de esta imagen había otras, también de un
extraño brillo. Una de ellas era Amitayus; la otra, el Señor Buda, siempre
inmutable con el signo inconquistable del rayo el dorje en la mano. Desde
el santuario en la habitación, Dolma, la Tara Blanca, sonreía benignamente.
De un ramo de fucsias frescas y dalias violetas emanaba
una refrescante vitalidad. También desde allí brillaba la Imagen del
Poderoso, el Invencible Rigden Gyeppo y Su Presencia nuevamente nos recordó
el sitio misterioso al norte del Kailash. En las esquinas de este
estandarte había cuatro imágenes muy significativas. Debajo estaba el sucesor
de Rigden Gyeppo con un pandit hindú, uno de los primeros exponentes
de la Kalachakra. En las esquinas superiores había dos imágenes del
Tashi Lama, el de la izquierda era el Tercer Tashi Lama, Pan-chen Palden
ye-she, que dio noticias acerca de Shambhala. Y a la derecha había una
figura correspondiente al actual Tashi Lama, Pan-chen Chö-kyi
nyi-ma ge-leg nam-jyal pal-zang-po, que ha enviado recientemente otra
plegaria a Shambhala la Resplandeciente. En el centro del estandarte está
el propio Rigden Gyeppo y desde la base de Su trono irradiaba la
Ak-ojir-Ak-dorje cruzada, la Cruz de la Vida. Una legión de hombres
estaba reunida delante del trono de Rigden: ¡quién no estaba entre ellos!
Había un habitante de Ladak, con su alto sombrero negro; chinos con
sus sombreros redondos con una bola roja encima; aquí, con sus
vestimentas blancas, había un hindú; allí, un musulmán, con un turbante blanco.
Aquí, kirguizes, buriatos, kalmukos; y allí, mongoles con sus
trajes característicos.
Cada uno ofrecía al Soberano los mejores presentes de sus
tierras: frutos y granos; tejidos y armaduras y piedras preciosas. Nadie
obligaba a estas naciones; venían voluntariamente de todas partes del Asia,
a rodear al Gran Guerrero. ¿Quizás estaban conquistados? No, no
había humildad cuando se acercaban a El. Las naciones se le
aproximaban como a su propio y único Soberano. Su mano apuntaba hacia la
tierra como en el majestuoso gesto del gran León Sangre; sobre la fuerza de
la tierra hizo su juramento de construir constantemente.
Del aromático incienso delante de la Imagen, ascendían
vahos azulados que flotaban ante ella inscribiendo numerosos signos en
la misteriosa lengua Senzar. Luego, por temor a que aquellos que no
conocen la Gran Verdad la profanaran, los signos fragantes flotaban juntos y
se desvanecían en el espacio.